Uno de los factores que hacen que conducir sea un placer es la dirección. Pero si esta no termina por funcionar del todo bien, no conseguiremos disfrutar de la experiencia de la conducción. En el anterior post hablábamos sobre la dirección asistida y veíamos que la de tipo eléctrico no generaba sensaciones bajo el volante.

A los que nos gusta conducir, nos gusta sentir el coche en toda su extensión. Pero, las direcciones modernas no transmiten las sensaciones que nos gusta experimentar a la hora de conducir.

Markus Viertlböck, encargado el desarrollo del sistema de dirección de BMW lo define así: “Una buena dirección es lo que hace que un automóvil sea una máquina de precisión y que se pueda conducir sin esfuerzo. Tiene un impacto significativo en el puro placer de conducir”.

¿Cómo se gesta la dirección del coche?

Las partes básicas de una dirección son: rótulas, mecanismo de dirección, volante y columna de dirección.

Los tres pilares que definen una buena experiencia son: La asistencia, la absorción y la capacidad de retorno.

¿Por qué las direcciones modernas son poco comunicativas?

Ya nos hemos referido a que el malo de la película es el EPS (dirección asistida eléctrica).

La adopción de este sistema se debe a dos factores. El primero es que son menos problemáticos y más baratos que los sistemas hidráulicos. El segundo es debido a que este sistema de dirección (EPS) logra bajar las cifras de consumo de combustible y con ello las emisiones de CO2.

Pero existe otra razón: La mayoría de la gente no quiere esta experiencia. Se sienten a gusto con las capacidades de las EPS.

¿Qué hace buena a la dirección?

Una dirección perfecta corrige los desniveles de las carreteras y los errores del conductor sin que nos demos cuenta de ello.

Pongamos un ejemplo: Si conduces por una carretera bacheada, normalmente tendremos que corregir el ángulo girando el volante. Una dirección afinada se ajusta ella sola para que no necesitemos hacer nada.

Fuente:  https://noticias.coches.com/consejos/direccion-sensaciones/399131