¿Neumáticos de verano o neumáticos de invierno? ¿Merece la pena cambiarlos?
Tanto en la teoría, como en la práctica, se ha demostrado que hay grandes diferencias entre ambos tipos de cubiertas.
Los neumáticos de verano están fabricados de un compuesto relativamente duro. Este compuesto se reblandece con el fin de ajustarse tanto a carreteras secas como mojadas.
Otra característica de este tipo de ruedas, es que tienen menos dibujo que los neumáticos de invierno, dado que estas han sido fabricadas y diseñadas para disminuir el efecto de aquaplaning.
Aunque las ruedas de verano son aptas para todo tipo de condiciones climáticas, no son las más adecuadas para climas fríos. Por debajo de los siete grados centígrados, comienzan a endurecerse y a volverse quebradizas. Además, al tener menos agarre que los neumáticos de invierno, hace más peligrosa la conducción en este tipo de climas. Estos neumáticos son más eficientes a temperaturas iguales o superiores a 45º centígrados debido a su construcción.
Los neumáticos de invierno tienen más cantidad que sílice que los de verano. Esta mayor cantidad de sílice hace menos probable que se endurezcan, pero también hace que sean más blandos. Con esto, logran una mayor adherencia en carreteras con hielo o nieve, pero sufren una excesiva abrasión a partir de los siete grados centígrados. Esta mayor adherencia en este tipo de carreteras se traduce en una conducción más eficiente energéticamente hablando.
Otra diferencia es la profundidad a la que deben cambiarse. Mientras que en los de invierno es de 4mm, en los de verano es de 3mm. Con una banda de rodadura por debajo de los 4mm en las cubiertas de invierno se pierde su eficiencia.
La conclusión a la que podemos llegar es que los neumáticos de invierno ofrecen un mejor rendimiento en condiciones de clima frio y las cubiertas de veranos funcionan de manera perfecta durante el resto del año.
Fuente: https://noticias.coches.com/consejos/neumatico-verano-vs-neumatico-invierno/397257